17 de Febrero 2011

Es impresionante como una tarde puede convertirse en un momento que permanecerá en mi memoria por siempre, la tarde en que dejé caer los muros que parecían sostener a mi corazón pero en realidad sólo me impedían sentir.
Siempre he sido un tanto perfeccionista, me ha costado decir lo que siento, y mas aún demostrarlo, pero esa tarde ofendiste mi fe y mi confianza, mis sentimientos súbitamente se convirtieron en olas, revelaste las emociones más puras y alocadas que se encontraban inquietas por salir, me hiciste ver la belleza del día, tu belleza, la belleza de tu alma... Y en un instante me perdí... me perdí en ti.
Dicen que el beso es el lenguaje del alma, ahora lo creo, creo en que tu alma esperará a la mía, pienso que sentir tus labios en los míos me ayuda a creer en ti y en mí.
Intento recordar ese momento tan especial siempre que puedo, como tus caricias me llenaron de la valentía necesaria para intentarlo, tu voz me fue envolviendo en el ambiente idóneo, tu mirada me dio el impulso que requería, como en un instante me paralizaste por completo y sentía que mi pecho no contendría mas mi corazón, mi respiración aumentaba su ritmo y de repente pasó, cerré mis ojos y me dejé llevar lentamente por tu boca, todos mis sentidos se agudizaron, podía sentirte, olerte y probarte como nunca antes.

Sin duda alguna te adoro, adoro todo de ti, me encantas... Me dejas atónita al verte, al hablar y al acercarte a mí, adoro lo que eres y lo que no, adoro la forma en que me haces sentir, adoro tu forma de pensar, tu optimismo, tus ganas de disfrutar al máximo, la forma en la que hablas con los demás, tus gestos, adoro que seas tan expresivo, tu mirada que me consume, adoro tu nariz y tu cabello, adoro tu boca, tus labios, tus besos, que me dejes besarte, adoro tus manos, adoro que sean tan suaves y rojizas, adoro como se sienten en las mías, adoro tus dedos recorriendome, tus caricias, adoro tus palabras, adoro tu silencio, adoro tus preguntas y tu curiosidad y también la forma en que me permites estar en silencio. Gracias por ser tu y por permitirme ser yo misma a tu lado.

They walked on, without knowing in what direction. There was too much to be thought, and felt, and said, for attention to any other objects.
- Pride and Prejudice